Marzo de 1971. Alejandro Agustín Lanusse era presidente, Independiente ganaba el Metropolitano y tu viejo usaba pantalones cortos. Mientras tanto, cuatro pibes de Quilmes se juntaban a grabar un disco fundacional: La Biblia, que sigue sonando bien 40 años después, aunque Vox Dei se haya empeñado en gastarlo. Su track ocho es el último, Apocalipsis, un rock progresivo instrumental que hoy parece canónico, pero entonces era futurista. Un avistaje al post-rock, cuando el rock nacional todavía era un recién nacido.
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